En cuestión de drones aún parece que queda mucho por ver. A creaciones como los Nixie que se acoplan en la muñeca, la Lily Camera que vuela de forma autónoma siguiendo a quien lleve puesto su dispositivo de seguimiento, o los Fotokite que vuelan atados con una correa para que literalmente no se escapen, se suma ahora el PowerUp FPV, un drone-avión de papel (y fibra de carbono) que en menos de un mes se lanzará en Kickstarter.
La
idea de un drone-avión no es nueva, desde luego. En España, sin ir más
lejos y salvando muchas distancias, tenemos el FT-Altea de la empresa Flightech Systems,
un avión de reconocimiento de fibra de carbono, 150 Km/h de velocidad y
80 Kg de peso con un motor de hélice y autonomía para unas 4 horas y
precio de 900.000€. El PowerUp FPV es un avión de juguete
con alas de papel para la sustentación, sistema de propulsión de fibra
de carbono y una aviónica desarrollada junto con Parrot con 10 minutos
de autonomía, 32 Km/h de velocidad y unos 200€ de precio.
Los antecedentes
En 2011 se puso a la venta un dispositivo minimalista para propulsar aviones de papel,el PowerUp.
Constaba de un condensador capaz de almacenar energía suficiente para
mover una hélice durante 90 segundos. Este sistema propulsor en fibra de
carbono se podía acoplar a un avión de papel para
proporcionar el empuje necesario para mantenerlo en vuelo más tiempo del
que podría volar con el mero impulso del brazo. Su precio era de algo
menos de 20 dólares.
La versión 2.0 mejoraba a su predecesora aunque mantenía su minimalismo y un precio de 16,99 dólares. Sigue a la venta.
En 2013 se anunció un sistema mejorado, con un sistema de control remoto a través de una app para smartphone y conectividad Bluetooth, que más tarde se convertiría en un proyecto en Kickstarter y en junio de 2014 se puso a la venta en PowerUp Toys por 49,99 dólares tras obtener más de 1,2 millones en la ronda de financiación del proyecto.
PowerUp 3.0 añadía control remoto a través de Bluetooth y una app de control en el smartphone o la tableta iOS o Android.
Uno de los objetivos establecidos en la hoja de ruta de PowerUp 3.0 en Kickstarter era integrar una cámara para grabar fotos y vídeos
en una tarjeta SD, pero solo si se alcanzaban 2 millones de dólares de
financiación. Así que esa funcionalidad se quedó fuera. PowerUp v3.0
tiene una autonomía de 10 minutos, control direccional y un alcance de
unos 55 metros.
Uno de los objetivos iniciales en el proyecto de Kickstarter para
PowerUp 3.0 era integrar una cámara. Pero no se alcanzaron los 2
millones de dólares que se definieron como meta para ello.
Paralelamente, en agosto de 2015 tuvo bastante repercusión mediática una noticia relacionada con el PowerUp 3.0 y su uso como drone comercial. Un abogado en Estados Unidos solicitó a la FAA
(Federal Aviation Administration) y un poco a modo de experimento, el
permiso correspondiente para operar comercialmente con él bajo el
supuesto de querer hacer grabaciones aéreas de imagen y vídeo. Lo
consiguió, y de paso confirió a este juguete la categoría de aeronave,
lo cual no deja de tener un tanto de ironía.
El siguiente reto de PowerUp es la realidad virtual
Ayer, la empresa PowerUp volvió a ser noticia con el anuncio de su próxima campaña de Kickstarter: el PowerUp FPV. FPV responde a las siglas First Person View o Vista en Primera Persona, aunque en este caso puede que fuera más correcto hablar de First Plane View o Vista en Primer Avión.
La app de control puede estar hecha por Parrot como parte de la
colaboración en este proyecto. Tiene una amplia experiencia en este
campo gracias a drones como el AirDrone o el Bebop.
La
próxima generación de estos drones-aviones de papel añade como mayor
novedad un modo de vuelo con piloto automático, conectividad WiFi para
aumentar el alcance, así como una cámara capaz de enviar vídeo en
streaming a la app en el smartphone, preferiblemente cuando se usa junto con unas gafas de realidad virtual Cardboard de Google. El objetivo es ofrecer una experiencia de uso inmersiva combinada con un sistema de control mediante movimientos de la cabeza.
La funcionalidad más llamativa del PowerUp FPV es la posibilidad de
tener una experiencia inmersiva a través del vídeo en streaming que
emite el drone.
Los retos que afronta
PowerUp FPV son diversos y en varios frentes. Los mecánicos son viables,
pero la experiencia virtual de vuelo en primera persona no es tan
evidente, hasta el punto de pensar que la calidad del resultado final de esta experiencia virtual
puede no estar a la altura.El sistema propulsor con doble hélice y
fibra de carbono es prometedor. La aviónica, probablemente toda ella a cargo de Parrot,
también parece solvente gracias al piloto automático y el control
mediante gestos o la interfaz en la app. La conectividad WiFi usa
tecnología MIMO de múltiples antenas y las bandas de 2,4 y 5 GHz. Pero
la cámara, si los datos publicados en Gizmag son correctos, ofrece únicamente calidad VGA a 30 fps.
¿El principio de incompetencia de Peter aplicado a los juguetes?
El principio de Peter
afirma que las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a
puestos de mayor responsabilidad, tal que cuando no pueden formular ni
siquiera los objetivos de su trabajo, alcanzan su máximo nivel de incompetencia.
Con el PowerUp FPV puede llegar a suceder algo parecido. La versión 2.0
mejoraba la primera, y la versión 3 introducía el control remoto a
través del smartphone, pero el FPV está concebido para asumir aún más
“responsabilidades” (funcionalidades). Aunque cabe la posibilidad de que
ofrezca más funcionalidades a costa de introducir un cierto nivel de
incompetencia, concretamente en el apartado de la realidad virtual.
Las funcionalidades anunciadas a modo de aperitivo son muy ambiciosas.
Habrá que ver cómo resultan en la práctica cuando acabe su ronda de
crowdfgunding en Kickstarter.
Si las especificaciones de la cámara son las que se han divulgado (VGA a 30 fps), la experiencia de uso del PowerUp FPV puede no alcanzar un mínimo de calidad que justifique los 200 dólares que se apuntan como precio aproximado. Esta sospecha se ve refrendada por el análisis minucioso del vídeo promocional que se encuentra en la página del proyecto.
La parte gráfica de la aplicación se ve nítida, pero el vídeo
proveniente de la cámara parece bastante pobre en cuanto a calidad. En
una primera etapa de desarrollo puede entrar dentro de lo esperado, pero
queda mucho trabajo por hacer si el punto fuerte del PowerUp FPV es la
experiencia virtual.
Haciendo capturas de
las secuencias del vídeo promocional donde se demuestra la retransmisión
de vídeo en streaming para las gafas VR con el formato de pantalla
partida "side by side", se aprecia un pixelado notable. Si a una resolución tan baja como 640 x 480 píxeles
(VGA) se suman los artefactos propios de la compresión del vídeo, el
resultado es poco halagüeño en cuanto a la nitidez de lo que veamos con
las gafas VR.
La parte tradicional de este juguete , la de volar un avión de papel teledirigido, parece impecable. Pero la dimensión VR, cuando menos, habría que tomarla con un cierto grado de escepticismo.
Es cierto que no se tienen aún todos los datos, y que el vídeo
promocional puede estar hecho a partir de tecnologías que luego no se
apliquen en el producto final. Pero todo lo relacionado con la captura y
transmisión de vídeo requiere de una potencia de procesamiento mayor de la que a priori cabe en el PowerUp FPV.
El montaje del avión de papel es el habitual en este tipo de trabajos
de papiroflexia y hay margen para la inventiva siempre y cuando el
módulo de propulsión se pueda acoplar.
La tecnología avanza muy rápidamente, y hay margen para muchas mejoras, pero recomendaría precaución antes de ponerse a financiar el proyecto de Kickstarter
cuando se haga público y estudiar con algo más de detalle el apartado
de la calidad del vídeo de la cual depende de un modo directo la
experiencia VR.
La noticia PowerUp FPV, un drone de papel y fibra de carbono con cámara de visión “en primer avión” fue publicada originalmente en Xataka por Manu Arenas .
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